Me gusta portarme mal,
viendo al océano de tus ojos,
despierto de mi contemplación,
me vuelvo un cazador de blancura
del rojo sangre de tu pelo,
subo como enredadera,
y jalo tu cabeza
para posarme del cuello.
La nube de la que que voy descendiendo
en forma de gránulos de nieve,
queman con el tacto de tu piel desnuda,
sigo bajando como rayo en el invierno de la estación.
La naturaleza está preparada para fundir
el blanco del cielo con el calor de tu hibernación,
los campos se transforman, los arboles se desfloran
y tu amor conserva la tibieza de un cuerpo en floración
Todo conservas,
la belleza del paisaje,
la pureza de esta canción
quiero ser quien te revista de caricias,
en la lluvia que apareció,
ser cóncavo y convexo
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