jueves, 20 de abril de 2017

Brasa desnuda. Juan Bañuelos

Es el momento del deseo,

Acostada, desnuda,
te extiendes como la piel de una colina mordida por el sol.
Empiezo a contemplarte desde tu piel dormida en el aire,
tus piernas puntuales, mientras subo mis ojos,
se dan cita en una dársena negra, sitiada
por húmedos carbones, carbones de labios,
labios de lianas.
En este instante cumplo la edad del deseo
en el rostro más tierno de la tarde.
La fruta resbala,
cada minuto crece, se hincha ardiendo.
A la seis del espejo entro en ti
como el huésped más esperado,
sencillo como el río del día
te cubro con mi piel de hombre,
soy la lengua que recorre tus venas para callarte,
te quito los ojos dolorosamente,
te doy otros dos brazos para pesar la vida,
mi boca llovizna en tus pechos,
rayo tu espalda para escribir tu nombre,
con mis huesos te hablo,
tu quejido es el más largo que escuchará la noche.
Qué animales humanos más hermosos.
Cuando quedamos solos, desnudos cuando termina todo,
graniza la sensación de que el aire
nos ha descubierto.

Viparita rati




Este poema que escribo en mi blog es muy querido. Bañuelos falleció recientemente el 30 de marzo de 2017. He leído poco de su obra, tengo que señalar que la parte política y erótica de sus escritos son los que he disfrutado más. Como siempre hago cómplice a mis amigos y lectores de las provocaciones literarias que he encontrado en mi camino como lector y¡¿ por que no ? me han influenciado un poco en mi quehacer como escritor.

Te debo una palabra
zorra mía.
No he vuelto a verte /
sin un adiós
no te rogué ni te mente la madre.
Tu putería quedó incolume.
Ahora
¡a ver!          atrevéte
ya muertos
a quitarme
la respiración.
A veces
al despertar
si muevo un brazo
siento el peso
de tu cabeza /
frecuentemente
mis manos
recobran
el movimiento de tus piernas /
tus pechos y tus hombros
sin querer
abundan en mi boca.
¿Y yo?
¿qué te dejaría ?
mis orines puntuales en tu vientre
de acuerdo a tu linaje /
el hotel sucio de Toluca /
los versos del Santo Desierto:
"Solitaria mansión, sol sin eclipses
Oh silencio de amor y cuánto dices "
y las aguas termales
de Chignahuapan.
Ahora
protegemos la vida conyugal
como buenos cristianos /
dirás que fue hermoso
engañarnos el uno al otro.
Es cierto /
nuestros proyectos duraban un orgasmo /
no se podía ir de todos modos
demasiado lejos
porque tus nalgas
pesaban
infinitamente más
que mi silencio /
y mi falo
enhiesto
como un guardián británico
te hacía entrar
en la carpa
de tu propia soledad.
Jugamos a hacernos daño.
Nos lo hicimos.
Y cada quien
recoge ahora sus astillas /
pobres amantes pendejos
que oyen zumbar
a la ironía
y la confunden con el deseo.
Guardamos la distancia
de los civilizados
pero cuando el Monte
de Venus
se venía abajo
por nuestras ganas militantes
el desastre
era el mejor huésped
de aquel cuarto /
en donde confundíamos
tu vocación
de puta regia (oh vulva mística
pelambre de gemidos )
con la música del disco
que había terminado
dejando penetrar
de nuevo
los gritos del mundo.

Juan Bañuelos
(Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, 1932-México 30 de Marzo de 2017