martes, 5 de abril de 2016

Convicciones literarias, morales y políticas de Joseph Conrad y las propias

Una obra de arte muy rara vez se limita a un único sentimiento y no tiende necesariamente a una conclusión definitiva........... A medida que se aproxima al arte adquirirá  un mayor halo simbólico...... Por ello me permito llamar la atención al hecho  de que la concepción simbólica de una obra de arte tiene la ventaja  de poseer un tripe atractivo......Todas las grandes obras de la literatura han sido simbólicas, y, de ese modo, han ganado en complejidad, en poder, en profundidad y en belleza.

MI preocupación  fundamental reside en el ideal de las cosas, los acontecimientos, las personas. Sólo eso. En verdad son los valores ideales de los actos y gestos humanos los que se han impuesto a mi actividad artística. .... Tengo la convicción de que el mundo, el mundo temporal, descansa en unas cuantas ideas, muy sencillas; tan sencillas que deben ser tan viejas como las montañas,. Descansa, sobre todo, en la fidelidad a uno mismo.

Me identifico profundamente con esta visión de la vida y los acontecimientos personales como colectivos, en la profundidad y en la belleza de la obra literaria a través de símbolos, estoy leyendo El corazón de las tinieblas y estas frases tienen una resonancia en mi percepción de seguir tu instinto de salir de lo convencional de seguir tus propias reglas, sufrir por tus propias pasiones, de marcar tu singularidad y ser uno mismo, esta metáfora quizás es el sino de mi vida,   la causa de mis hierros y lo rico de ir por la vida en busca de experiencias transgresoras del orden y la previsibilidad, de esas almas inquietas, de seguir tu propio camino aunque vuelva loca a mi mujer, y demás personas que quieran tener una referencia medible y enmarcable, lo mio es y sera lo impredecible, lo inalcanzable, la meta superior que nadie haya soñado jamás, como una gacela errante, las aventuras, los nuevos retos, la desnudez de un cuerpo tibio y silencioso la vida misma puede ser esa obra inconclusa que ofrece muchas posibilidades este Kurtz de la novela es como un espejo o como mi propio ideal de mi mismo, es por esto que esta obra me tiene de principio a fin envilecido. .

Marlow  un hombre independiente en cuanto a ideas, con una curiosidad humana naturalmente reñida con toda forma de moral cerrada. Existe una pugna surgida entre la vida verdadera y los simulacros de vida.

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