sábado, 3 de septiembre de 2016

2:24 am


Amo la textura de tu piel rozando mis mejillas. Nuestras  manos entrelazadas encima de tu cabeza,  mientras mis mejillas descienden por tu senos hasta el corazón del mar. Suelto tus manos para asirlas como un prisionero y te sujeto desde tus codos, para erguirme y contemplar el oleaje hasta tu costa.

Me deslizo por tu piernas aladas mientras el monte de venus gravita con mi soplido. Sabes a rocío, entró por  la canícula de nuestros cuerpos, y me convierto en caricia que recorre una selva tropical,

Te subes a la montaña para mecerte con la luna y tiene la música de las pequeñas cosas, te suspendo con mis manos de alfarero y voy tornando tu cuerpo de viento en brisa que se  distiende al subir y bajar de la marea que llega hasta mi isla.

Tus ojos tienen el brillo de la fatiga del amor y tus brazos las huellas de mis dedos, cuando el último aliento se vuelve  suspiro y tu vientre tiembla como tiritan las estrellas. Se que por un momento existe una fusión  veo desde tu ojos, sientes desde mi corazón y todas nuestros átomos se vuelven otra cosa, como se transforma la materia en espíritu.








No hay comentarios:

Publicar un comentario